TRATAMIENTO CONDUCTUAL ESPECÍFICO
Depresión
«Es que mi hijo está insoportable, todo el día enfadado/a», «Con él/ella, todo es una batalla», «No hay quien le entienda, todo le parece mal», «ya nada le hace disfrutar como antes…», «está todo el día encerrado y no sale con los amigos», «no hay manera de que lleve un ritmo de sueño decente», «Apenas come/ sólo come en atracones»… ¿Te suenan estas frases? ¿Alguna vez las has dicho o escuchado acerca de un adolescente o niño? Por sí solas, no tienen más valor que los hechos que describen. Sin embargo, si varias de estas frases hacen referencia a una sola persona, podría tratarse de un buen momento para explorar cómo está él o ella.
Llegar a esta situación no es motivo para repartir «culpas». Se trata de un proceso de cambio paulatino en muchos casos, si bien puede correlacionar con un episodio de pérdida, de conflicto, de estrés, o con grandes cambios en la vida, que ha derivado en una disminución de actividades gratificantes, así como un aumento de conductas orientadas a «evitar» situaciones que generan malestar. Esto deriva en un estado de ánimo bajo que puede ser compatible con síntomas de depresión si se prolonga en el tiempo.
Cuando son más jóvenes (menos de 6 años), predominan respuestas del estilo «rabieta» indiscriminada, así como una disminución del juego. Si son ya chicos de edad escolar, se puede observar un aumento de tristeza y ansiedad, si bien aumentan los dolores de cabeza y estómago (señales de alarma de su propio cuerpo). Con adolescentes volveremos a ver un aumento de la irritabilidad, el mal humo o la rebeldía, acompañados de grandes periodos de fatiga y falta de energía, así como la apatía tan característica de esta edad.
Un tratamiento conductual específico, adaptado a la situación, historia y contexto de la persona fomentará incrementar conductas gratificantes, así como modelar a su entorno para ayudar a generar ese cambio deseado. Sin embargo, el primer punto es reconocer estos estado se ánimo, a fin de poder entender los mismos y no «castigar» unas conductas que buscan más ayuda de lo que podría parecer en un primer momento. Si crees que puede ser tu caso, ¡contáctame!

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